Escrito por Julia Van Looy
La abuela de mi abuelo nació sorda a finales del siglo XIX. Como en esa época no daban clases a niños sordos en los colegios normales, cuando cumplió diez años sus padres decidieron llevarla a un colegio para sordos en Madrid. También tenía un hermana sorda (eran cuatro chicas), pero como no tenían suficiente dinero para enviarlas a las dos, decidieron enviar sólo a la mayor de ellas. Entonces el viaje en barco de Las Palmas a Cádiz duraba tres días, y luego el tren de Cádiz a Madrid también tardaba un par de días. Su padre se despidió de ella en la puerta del colegio y la niña no pudo volver, por lo caro del viaje, hasta cinco años después. Cuando volvió, su padre había muerto y el marido de una de sus dos hermanas mayores quiso incapacitarla legalmente para manejar su parte de la herencia, pero su otro cuñado se lo impidió. Ella enseñó a su otra hermana sorda el lenguaje de los signos, así como muchas cosas prácticas para desenvolverse en la vida. Mi tatarabuela Catalina se casó a los veintitrés años con un señor que no era sordo y tuvieron cuatro hijos. Su hermana también se casó, no tuvo hijos, pero adoptaron a una niña que aún vive, aunque es viejecita. Mi tatarabuela vivió siempre en la casa familiar de Las Palmas con su hija mayor y dos de sus hijos que se quedaron solteros. Mi abuelo la recuerda con mucho cariño porque la ayudaba con los deberes y lo escondía de su padre para que no le regañara cuando hacía travesuras. Y mi abuelo todavía sabe signar muchas palabras ya que en su casa el lenguaje de los signos se utilizaba habitualmente
Julia Van Looy
Estudio sobre movilidad y barreras arquitectónicas: existen serios problemas de accesibilidad
Escrito por Paula Jiménez S.
La
accesibilidad arquitectónica, urbanística y en el transporte es un
derecho básico para las personas discapacitadas. Para valorar hasta
qué punto las diferentes administraciones han trabajado en este
ámbito, y con el ánimo de sensibilizar a la población en general,
la OCU ha analizado la accesibilidad en 143 edificios de uso público
repartidos en 12 capitales de provincia.
Un problema
que afecta a todos
Los
problemas de accesibilidad afectan especialmente a los minusválidos
en silla de ruedas, aunque éstos no son los únicos perjudicados:
según el Instituto Nacional de Estadística, un 9% de la población
tiene deficiencias que le dificultan desplazarse, ver, oír,
comunicarse, etc.
Pero lo
cierto es que una buena accesibilidad beneficia a todos: cuando se
lleva a un niño en una sillita, cuando se cojea por culpa de una
lesión, cuando se va cargado, o simplemente, porque un acceso
sencillo es sinónimo de comodidad.
A
pesar de ello, el estudio de OCU-Compra Maestra revela que la mitad
de los edificios de uso público visitados tienen problemas de
accesibilidad. Se trata de obstáculos y barreras tales que, en
muchos casos, pueden llegar a impedir a un minusválido cumplir con
una obligación (pagar un impuesto), hacer uso de un derecho (pedir
el subsidio de desempleo) o disfrutar de actividades lúdicas o
culturales (ir al cine).
Las
barreras arquitectónicas de los discapacitados.
Escrito por Chedey Berdugo
.En los colegios.
-Los baños que resbalan
por la culpa del agua que se tira al suelo para las personas ciegas o
en silla de ruedas.
-Algunas puertas que son
pequeñas no permiten que algunas personas que están en sillas de
ruedas no puedan entrar en esos lugares.
.En los pisos
-En los pisos que no hay
ascensor las personas en silla de ruedas necesitan ayuda para subir
por ellas.
Bueno os he explicado lo
que les pasa a personas
ciegas o en silla de
ruedas pero hay muchas más
barreras arquitectónicas
para estas personas y para otras personas como las sordas o las que
tienen problemas mucho más problemáticos como
la paraplejia que no te
permite moverte para nada
y tienes que estar todo el
día en una cama y te tienen que duchar, darte de comer si te has
dado
cuenta no
puedes hacer nada por ti mismo.
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